Enero
No imagino un enero sin haberte
conocido,
como si el año hubiese sido
perfecto
con tu presencia,
como si todo hubiese sido
conocernos.
Cuando lo único que pensaba de
ti,
era salir una tarde
a caminar.
Detrás de tu primer “hola”
jamás pensé
que se convertiría en un beso,
la adicción que costaría detenernos.